Chorizos con fechas vencidas, carnes en mal estado y productos de contrabando, fueron decomisados durante un operativo realizado el jueves por la Intendencia de Entre Ríos y el Senasag. Durante el control se evidenció además suciedad, presencia de moscas, roedores muertos, mala manipulación y conservación de los alimentos.
Por si fuera poco, las comerciantes no hacían uso de barbijo y no tenían alcohol para la desinfección de las manos.
El intendente municipal Wilder Higuera, informó que los productos con fechas vencidas fueron decomisados para proceder a su destrucción y se emitió boletas de sanción a las propietarias, de acuerdo a las normas de higiene y salubridad, establecidas por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).
El funcionario lamentó que las comerciantes atenten contra la salud de la población vendiendo chorizos y panecillo con fechas de caducidad vencidas, pollo en mal estado, mayonesas, mostazas y kétchup pasados.
“No hay una adecuada manipulación, conservación de los alimentos, ni higiene; en las conservadoras de los friales se halló carne en mal estado moscas y hasta un bolígrafo” relató el intendente.
Las comerciantes tampoco están cumpliendo con el uso de las medidas de bioseguridad como ser la gorra, barbijo, guantes y alcohol para desinfectarse las manos. “El uso del barbijo es obligatorio no estamos pidiendo por favor ni nada, la norma establece el uso obligatorio de este implemento de bioseguridad, estamos en pandemia” dijo Higuera.
El operativo fue acompañado por personal del Senasag, la encargada de esta repartición Marta Uristo, afirmó que los friales tiendas y negocios que se dedican a la venta de alimentos, deben cumplir la normas: Tener registro sanitario otorgado por el Sedes, que los productos tengan fecha de vencimiento y estén debidamente conservados.
Se ha podido encontrar bastante cantidad de chorizo, mortadela, sardina, fiambres, aceites, aderezos y otros que son de contrabando y no son inocuos para su consumo.
El operativo se realiza con el fin de sacar del mercado todos los embutidos y enlatados por la cercanía de la fiesta de San Juan.