Australia recibirá en julio próximo 100 kilos de la hoja coca orgánica para que en sus modernos laboratorios se estudie las propiedades anestésicas del arbusto, declaró a la televisora privada Red Uno el director de la Dirección General de Comercialización e Industrialización de la Hoja de Coca (Digcoin), Darío Manrique.
De acuerdo con la autoridad, los primeros 50 kilos se enviarán a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, previo la firma de un convenio.
La hoja seleccionada para Australia contará con la certificación del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria.
“Es un paso importante en la perspectiva de industrialización y exportación”, precisó.
De los 100 kilos, el 50% procederá de los Yungas de La Paz y el otro 50% del trópico en Cochabamba.
El titular de Digcoin adelantó que también se avanza en gestiones con Irán para investigar las propiedades de la hoja que, desde hace siglos, es parte de la vida de los pueblos indígenas de Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador y el norte de Argentina.
En Bolivia se usa la Erythroxylum coca, como se la conoce por su nombre científico, de forma ancestral para aliviar el hambre y la sed, para vencer el sueño y los efectos de la altura, para medir el tiempo y la distancia, para ablandar las vetas minerales y hasta para adivinar el futuro.
kallawayas, yatiris y amautas, o brujos andinos aimaras, la utilizan también para consultar el porvenir.
La lectura de hojas de coca se ha acentuado en la cultura de los pueblos indígenas debido a su “efectividad comprobada” desde hace varios siglos.
En los Andes, a miles de metros de altura sobre el nivel del mar, los campesinos y mineros mastican la hoja, que les da fortaleza para realizar el arduo trabajo de campo y soportar los rigores del socavón.
ABI