Una comisión conformada por autoridades del Gobierno, la Asamblea Legislativa, YPFB, ANH, entre otros, inspeccionó el sábado los trabajos de reactivación de la planta petroquímica de urea y amoniaco, ubicada en la localidad de Bulo Bulo, del departamento de Cochabamba, paralizada en el gobierno de facto y que generó más de $us 250 millones de daño económico al Estado.
“Estamos ya con el equipo comercial (….) haciendo un trabajo paralelo a la restauración de la planta, para que se puedan ir cerrando algunos aspectos comerciales (para la producción de la urea)”, señaló el presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Wilson Zelaya.
El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, explicó que se aplicó la segunda inspección a la planta petroquímica, luego de que en diciembre de 2020 también se efectuó una primera visita al proyecto.
“Podemos decir que hay avances muy importantes para la reactivación de esta planta”, indicó.
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, señaló que la acción deliberada de paralizar el complejo industrial generó un daño económico al país de más de $us 250 millones.
“No es tarea fácil reactivar la planta, ponerla en operación y mantenimiento. Sin embargo, creemos que, con el equipo comprometido en la gestión y la decisión de nuestro presidente Lucho Arce de poner en marcha esta planta, se van a ir cumpliendo los cronogramas”, manifestó la autoridad.
De acuerdo con el presidente de YPFB, en el proceso de reactivación de la planta se van evidenciando algunos otros daños adicionales que serán cuantificados para ver al final cuánto llegará a costar toda la reparación y puesta en marcha del complejo petroquímico.
En esa línea, el legislador Rodríguez indicó que se conformará una comisión mixta entre diputados y senadores para inspeccionar no solamente las plantas industriales, sino también proyectos camineros que se paralizaron, con financiamiento garantizado.