El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, intervino este martes en el 77 período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y rechazó las sanciones unilaterales que imponen las naciones poderosas con el propósito de doblegar Gobiernos, a costa del hambre y el sufrimiento de los pueblos.
“En la actual coyuntura mundial, ningún país debería ser perseguido, sancionado o acorralado por ejercer su derecho a determinar libremente sus propios sistemas políticos, económicos y sociales”, destacó el mandatario.
Durante su intervención, Arce condenó la inclusión de Bolivia en una lista de países de tránsito de drogas o productores de sustancias ilícitas, a la vez que ratificó el compromiso de su país en la lucha contra este flagelo mundial.
El dignatario refirió que Bolivia tiene una política soberana de lucha contra el narcotráfico, que ha dado importantes resultados, y está en disposición de compartir sus experiencias con otras naciones como Estados Unidos (EE. UU), Perú y Colombia.
En este sentido, Arce propuso un cambio de enfoque, orientado hacia la regionalización, en aras de que la lucha contra el narcotráfico sea menos militarizada y más orientada a lo social.
Arce ratificó la soberanía sobre los recursos naturales de Bolivia, como el litio, y su industrialización, así como su disposición de orientar su empleo hacia los beneficios de los pueblos y no de las transnacionales ni grupos privilegiados.
“Rechazamos todo tipo de injerencias y afanes de desestabilización de la democracia en Bolivia por el afán de controlar el litio”, precisó en respuesta a declaraciones recientes de la comandante del comando Sur de EE. UU., Laura J. Richardson, quien sigue de cerca los acontecimientos en el llamado triángulo del litio conformado por Bolivia, Argentina y Chile.
Situación actual de Bolivia
Arce también compartió la experiencia boliviana luego de la reestructuración de la democracia en 2020, que logró encausar un modelo económico alejado de las imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Nuestro modelo económico responde a nuestra realidad política, económica, social y cultural, y está basado en un rol activo del Estado en la economía. Estas políticas responsables y soberanas nos han permitido retomar el camino de la estabilidad y el crecimiento económico con redistribución de los ingresos”; explicó.
Resaltó que actualmente, Bolivia experimenta un crecimiento económico del 4 por ciento, y registró una inflación de 1,6 por ciento al mes de agosto, “la más baja de la región y una de las menores en el mundo”, con una tasa de desempleo del 4,5 por ciento.
Asimismo, Arce expuso el derecho de Bolivia a una salida al mar, y manifestó que como consecuencia de circunstancias pasadas, el país enfrenta actualmente múltiples barreras para el transporte, comunicación y comercio.
Esperamos que el diálogo y la diplomacia puedan triunfar para superar las injusticias de una guerra impulsada por los intereses capitalistas y construir mejor así un futuro entre pueblos hermanos, recalcó.
El contexto internacional y propuestas concretas
En su alocución ante la ONU, el jefe de Estado boliviano expresó su preocupación por el incremento de los conflictos armados que vive actualmente la humanidad, e instó a la ONU a trabajar por declarar el mundo zona de paz.
Arce rememoró el acuerdo tomado en 2014 durante una cumbre en La Habana de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuando se declaró la región latinoamericana como zona de paz.
Manifestó que Bolivia apuesta por el camino del diálogo y respeta la existencia de un mundo multipolar equilibrado, fundamentado en la diplomacia de los pueblos.
TeleSUR