Autoridades locales han confirmado que, además de las 46 personas fallecidas, otras 16 fueron encontradas con vida en el interior del remolque de un camión aparcado en las afueras de la ciudad de San Antonio, en la frontera de Texas (suroeste de EE.UU.) con México. 

La Policía ha abierto una investigación de lo ocurrido que podría ser uno de los peores episodios de muerte de migrantes en los últimos años. Están buscando al conductor del vehículo que, según testigos, lo abandonó en un área remota cerca de las vías del tren antes de que fuera descubierto. De momento, han sido detenidas al menos tres personas.

Un trabajador de uno de los edificios aquí atrás escuchó un grito de ayuda, salió a investigar, encontró un remolque con las puertas entreabiertas, las abrió para mirar y encontró varias personas fallecidas adentro”, explicó el jefe de la Policía de San Antonio, William McManus.

El camión fue encontrado en una zona de poco tránsito, cerca de una vía de tren en el suroeste de San Antonio.

Biden, principal responsable

El gobernador de Texas, Greg Abbott, culpó en su cuenta de Twitter al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por la muerte de los presuntos migrantes, argumentando que es el resultado de sus políticas. “Estas muertes recaen sobre Biden. Son el resultado de sus letales políticas de fronteras abiertas. Muestran las consecuencias mortales de su negativa a hacer cumplir la ley”, denunció.

Por su parte, el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, calificó la pérdida de “más de 40 vidas esperanzadas” de “una terrible tragedia humana”.

Entretanto, el canciller de México, Marcelo Ebrard, tuiteó que los migrantes hallados murieron por asfixia en un tráiler que tiene placas de EE.UU., superpuestas, para circular sin revisión, en un caso que se trataría de una operación de contrabando de personas, agregó. Anunció que el cónsul mexicano en San Antonio, Rubén Minutti, acudió al lugar de la tragedia para verificar la nacionalidad de las víctimas.

Biden, durante su campaña y nada más llegar a la Casa Blanca el 6 de enero de 2021, prometió un trato más humano hacia los migrantes y solicitantes de asilo, para marcar la diferencia de lo visto durante la anterior Administración de Donald Trump. Sin embargo, hasta ahora, el mandatario demócrata no ha cumplido su palabra.

El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos reconoció el pasado mes de abril la incapacidad del sistema migratorio del país ante el aumento del flujo migratorio.

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