El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) recibió este miércoles el Informe Final del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia) respecto a las masacres, ejecuciones extra sumarias y otras graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en Bolivia durante el movimiento golpista del año 2019.
Tras los graves sucesos acaecidos a finales del año 2019, un año después y tras la recuperación de la democracia, el Estado Plurinacional de Bolivia permitió la llegada del grupo de expertos internacionales para desarrollar una investigación en el lugar de los hechos, la misma que fue plasmada en un informe de 479 páginas en las que se confirmó las graves vulneraciones a los derechos humanos.
El embajador de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce destacó el apoyo de los países al informe presentado por los expertos internacionales. “Hemos recibido el apoyo de una docena de países, todos absolutamente todos han respaldado el trabajo del GIEI. Ha sido una mañana importante, un respaldo para nuestro país, una expresión de solidaridad con las víctimas”, indicó, según un reporte de prensa del Ministerio de Justicia.
Arce confirmó que durante la segunda semana de marzo se firmará un convenio con la CIDH para la conformación de un mecanismo de seguimiento a las recomendaciones del GIEI.
El GIEI-Bolivia fue conformado ante la gravedad de los hechos ocurridos en el país durante el movimiento golpista y el rompimiento del orden constitucional de 2019.
En reunión ordinaria del Consejo Permanente de la OEA, los expertos internacionales Patricia Tappatá, Marlon Weichert, Magdalena Correa y Julián Burger presentaron el informe e hicieron hincapié en que el estudio fue realizado en el lugar de los hechos, donde se constató las masacres y graves vulneraciones a manos de fuerzas del orden amparadas en el denominado decreto de la muerte, el 4078.
Tras la exposición de los expertos del GIEI, los países miembros de la Organización de Estados Americanos –incluida la representación estadounidense-, validaron los resultados de la investigación plasmada en el Informe Final e instaron al cumplimiento de las recomendaciones para la no repetición de esos hechos en ningún país del hemisferio.
Pruebas
El embajador de Uruguay ante la OEA, Washington Abdala, elogió el documento y aseveró que los hallazgos se constituyen en pruebas que podrían ser presentadas en eventuales juicios.
“Si yo fuera abogado utilizaría este informe en un juicio para demostrar una sumatoria de responsabilidades, estos -para mí- no son indicios ni son elementos de prueba, son pruebas, es prueba contundente, eso es lo impactante del asunto”, indicó.
“Lo primero que hay que hacer es felicitar al grupo de expertos independientes que llevaron adelante esta tarea (…). En las conclusiones yo diría que hay muy poca cosa para disentir y la enorme mayoría para coincidir en materia de responsabilidad del Estado por los actos desmesurados por parte de los agentes estatales y de particulares”, indicó el diplomático uruguayo.
Abdala señaló que “preocupa mucho” la constatación del informe en sentido de que los actos de violencia de 2019 tuvieron un importante componente de racismo y discriminación, “se apeló a la identidad étnica (…), las adhesiones políticas fueron peligrosamente racializadas y pretendieron ser utilizadas como factor de exclusión de los espacios institucionales”.
Además, manifestó que las conclusiones y hallazgos del GIEI deben ser traducidas en acciones concretas. “Si sólo sacamos conclusiones desde el punto de vista analítico, esto queda como en un limbo, la esperanza que uno tiene es que desde una documentación de esta naturaleza se disparen acciones concretar en términos de modificación estructural del propio sistema”.
Por su parte, el embajador de Argentina ante la OEA, Carlos Raimundi, de igual manera, agradeció el trabajo realizado por el GIEI y también manifestó que la riqueza del mismo es que fue realizado en el lugar.
“Los Estados que pertenecemos al Sistema Interamericano de Derechos Humanos tenemos el deber de aceptar la presencia de esos organismos del Sistema Interamericano en el lugar de los hechos porque los informes que se preparan fuera del lugar tienen un nivel de mediatización de los hechos concretos, y pueden ser muy influenciados y modificados”, sostuvo.
ABI