La investigación del FBI (Buró de Investigación Federal) que llevó a la detención del exministro de Gobierno Arturo Murillo en EEUU halló más de una decena de correos, entre emails y mensajes de WhatsApp, entre los integrantes de la red de presunto lavado de dinero y soborno.
Los procesados compraron gases lacrimógenos con sobreprecio por $us 5,6 millones en la crisis de 2019, según el informe del agente del HIS, Jonathan Eades.
Los cinco procesados en EEUU: Arturo Murillo; el exjefe de gabinete del Ministerio de Gobierno, Rodrigo Méndez; los dueños de la intermediaria Bravo Tactical Solución (BTS), Luis y Brayan Berkman, y su socio Philip Lichtenfeld tuvieron una comunicación fluida desde el 16 de noviembre de 2019.
El exjefe de gabinete utilizó el correo institucional para contactar a Brayan Berkman el 16 de noviembre, a tan sólo seis días de que Jeanine Áñez asumió la presidencia, para requerir armamento no letal.
Entre el 17 y 29 de diciembre la intermediaria cerró el contrato con Cóndor de EEUU y el Ministerio de Defensa por $us 5,6 millones.
A partir del 4 de enero se registró un intercambio de mensajes sobre las comisiones o sobornos que debían realizarse a por lo menos tres cuentas en EEUU y una en Bolivia para el pago de $us 602 mil del sobreprecio, principalmente entre Rodrigo Méndez y Bryan Berkman.
La comunicación persistió, pero en abril de 2020 es cuando se concretaron los depósitos a las cuentas, presuntamente con el sobreprecio de $us 2,3 millones que se quedó con la intermediaria, luego de pagar 3,3 millones a Cóndor.
La cuenta más usada fue de BTS en Florida No. 0506 de un banco en Nueva York. También otra en la Florida, pero de un banco en San Francisco con el No. 2425, y otra, No. 6222, de un socio de Philip Lichtenfeld.
Murillo es acusado por la justicia norteamericana por los delitos de lavado de dinero y sobornos bajo.
(Los Tiempos)