
En un escenario político nacional marcado por la desconfianza, la división y la creciente crisis de representación, emerge con fuerza la voz de los pueblos indígenas, quienes enfrentan no solo la exclusión histórica, sino también una discriminación persistente que limita su participación efectiva en la política presidencial. Este contexto revela una realidad preocupante: la ausencia de candidatos verdaderamente comprometidos con las necesidades y aspiraciones de las comunidades originarias.
El reciente testimonio de un dirigente indígena pone en evidencia una crítica profunda hacia quienes hoy aspiran a la presidencia, acusándolos de estar alineados con intereses imperiales y alejados de las demandas reales del pueblo. La afirmación contundente de que “no hay candidatos que van a luchar por su pueblo” refleja un sentimiento de frustración y desilusión que trasciende lo individual para convertirse en un llamado urgente a la renovación política desde las bases.
La historia reconocerá el compromiso y sacrificio de quienes, a pesar del miedo y la represión, continúan defendiendo los derechos y la dignidad de sus pueblos. La lucha debe ser informativa y transparente, para que el pueblo conozca la verdad y se fortalezca la unidad en torno a un proyecto político que realmente represente a los indígenas y a todos los sectores excluidos.

En definitiva, la carrera presidencial debe abrir espacio a una participación indígena auténtica, que no solo sea simbólica, sino que se traduzca en políticas concretas contra la discriminación y en un compromiso real con la justicia social. Solo así se podrá construir un país más inclusivo, plural y democrático, donde la diversidad cultural sea un motor de desarrollo y no una fuente de marginación.
La voz indígena en la política no es un reclamo menor; es una exigencia histórica que interpela a toda la sociedad y que debe ser escuchada con respeto, compromiso y voluntad de cambio. La verdadera transformación política pasa por reconocer y valorar el protagonismo de los pueblos originarios en la construcción del futuro nacional.