
Durante el 42 aniversario de la Central Alto San Pablo en la Federación Carrasco Tropical, Evo Morales, expresidente de Bolivia informó sobre la persistente injerencia de Estados Unidos en América Latina, evocando el impacto del Plan Cóndor y las doctrinas de dominio hemisférico. Morales recordó que, según su análisis, EE.UU. diseñó hace dos siglos estrategias como la Doctrina Monroe, que bajo el lema “América para los americanos”, buscaba justificar el control estadounidense sobre la región. El exmandatario subrayó que estas políticas históricas se tradujeron en la exclusión de gobiernos progresistas y el respaldo a dictaduras militares, como ocurrió en Bolivia bajo Banzer y en países vecinos durante la Operación Cóndor.
Morales, relató episodios vividos en los años setenta, cuando Bolivia atravesó una sucesión de golpes de Estado y represión, ejemplificando la inestabilidad política provocada por la intervención extranjera y la persecución a movimientos sociales. Además la región del trópico de Cochabamba fue utilizada como centro de confinamiento para dirigentes sindicales y opositores de izquierda, en el marco de la estrategia continental de represión coordinada entre dictaduras sudamericanas.
El expresidente también hizo referencia al “destino manifiesto”, otra doctrina estadounidense que, según Morales, promovió la idea de que EE.UU. estaba predestinado a controlar los recursos naturales del continente. Concluyó llamando a las nuevas generaciones a recordar la historia de resistencia y a defender la democracia frente a cualquier intento de injerencia externa, resaltando la importancia de la memoria colectiva para evitar el retorno de políticas autoritarias en la región