
El expresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, expresó su firme rechazo a lo que calificó como una “estigmatización deliberada” en contra del Trópico de Cochabamba, región que, según denunció, ha sido objeto de un abandono sistemático por parte del Gobierno central desde las movilizaciones registradas en junio pasado.
A través de sus redes sociales, Morales afirmó que tras dichas protestas, se ordenó el repliegue total de efectivos policiales, dejando a la región sin servicios básicos fundamentales como el acceso a entidades bancarias, al servicio de identificaciones y, en algunos sectores, incluso sin conexión ni medios de comunicación.
“El abandono deliberado no solo representa un incumplimiento de deberes por parte del Estado, sino que constituye una forma de castigo político contra un pueblo digno que lo único que exige es respeto y garantías para vivir en paz”, sostuvo el exmandatario.
Asimismo, Morales denunció una aparente utilización política de la presencia policial en la zona, señalando que “pareciera que solo envían policías cuando se trata de perseguirnos, no cuando se trata de garantizar la seguridad de las familias del Trópico”.
En ese sentido, reiteró que la región del Trópico siempre ha respetado la labor de la Policía Nacional, siempre y cuando esta se desempeñe con honestidad y apego a la Constitución. “Exigimos que el Gobierno cese el hostigamiento y el castigo político. No queremos represión ni persecución. Solo pedimos que se cumplan los deberes constitucionales con todos los bolivianos por igual”, concluyó Morales.
La declaración surge en medio de crecientes tensiones políticas y sociales en el país, mientras distintos sectores denuncian una falta de atención equitativa por parte de las autoridades gubernamentales.
