
El senador nacional Leonardo Loza visitó este jueves a los cientos de integrantes de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba que resguardan la vida del exmandatario y líder indígena Evo Morales Ayma (2006-2019), frente a los ataques mediáticos, jurídicos y físicos promovidos por la derecha y el Gobierno de Luis Arce, con el objetivo de evitar su nueva candidatura a la Presidencia en las próximas elecciones generales pautadas para el 17 de agosto de este año.
El legislador nacional realizó esa visita para transmitir fortaleza y unidad a los afiliados de ese sector, que instaló una vigilia hace casi seis meses en la parte exterior de la sede central de las Seis Federaciones del Trópico, ubicada en la localidad LaucaÑ, en el municipio Shinaota.
Desde octubre de 2024, Morales, potencial candidato para retomar las riendas del país, según las últimas encuestas, sufrió dos atentados contra su vida, los cuales -hasta la fecha- no son investigados por las autoridades correspondientes, y le pesa un mandamiento de aprehensión en su contra por un supuesto caso de trata y tráfico sin fundamentaciones, instaurado políticamente con un sistema judicial cooptado por el Ejecutivo.
“Mucha fuerza, mis queridos compañeros, prohibido rendirnos, prohibido dividirnos entre nosotros, prohibido pelearnos entre nosotros. La batalla es una sola, mis hermanos, mis compañeros. Vamos a ganar estas elecciones generales para que vuelva la tranquilidad y la estabilidad económica a nuestro país”, manifestó Loza a lo cocaleros, quien también acompaña al exmandatario, tras cumplir con sus obligaciones como legislador.
Además de la presencia de cocaleros de las seis federaciones, armados con simplemente palos, la inédita y masiva vigilia también está compuesta por representantes de diferentes organizaciones sociales del país, leales al liderazgo de Morales, quien en 14 años de Gobierno colocó a Bolivia como uno de los países más prósperos.
Para Loza, los ataques mediáticos y físicos que recibe el exmandatario se deben al liderazgo y respaldo masivo que continúa recibiendo para volver a la Casa Grande del Pueblo, la cual se vio convertida en un búnker dictatorial desde el Gobierno de facto de Jeanine Añez.
“Nuestra lucha es para rescatar eso, nuestra lucha es para nuestra soberanía, nuestra lucha es para nuestra economía nacional, nuestra lucha es para nuestra democracia y que nos respeten compañeros a los humildes, a los trabajadores que somos del campo”, recordó el legislador.