El expresidente de Bolivia y ahora titular del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, afirmó este domingo que no gobernar para su partido es “desconocer al movimiento indígena” y a toda su militancia.
“Estamos identificando a los enemigos internos y externos, como siempre; que (no saben que) cuestionar, observar o investigar al MAS-IPSP es investigar al movimiento indígena (…). Decir que no gobernamos para un partido es desconocer al movimiento indígena, no solamente a la militancia”, dijo en su programa dominical difundido por la Radio Kawsachun Coca.
Esas declaraciones ocurren luego de entredichos con el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien afirmó que el equipo de autoridades que acompañan la administración del presidente Luis Arce “no está gobernando para un partido”.
En semanas pasadas, Morales denunció ser víctima de un “plan negro”, gestado por algunas autoridades de Gobierno, que, en su criterio, buscan “dañar su imagen e incriminarlo” con actos ilícitos.
Por su parte, el vicepresidente del MAS, Gerardo García, considera que dicho “plan” busca evitar la postulación de Evo Morales en las elecciones presidenciales de 2025.
Las diferencias entre Morales y el ministro de Del Castillo se acentuaron cuando el también presidente de las Seis Federaciones del Trópico perdió su celular en el cierre de campaña de Rufino Correa, candidato a alcalde por el MAS en La Guardia, Santa Cruz.
“El robo de mi teléfono celular ocurrió en un acto que contaba con la presencia del ministro de Gobierno y su seguridad”, publicó dos días después el exmandatario en su cuenta de Twitter.
Un hecho que se investiga dentro del MAS es el presunto hecho de corrupción en la estatal Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), por la denuncia que hizo el diputado Héctor Arce sobre coimas para la licitación de la construcción de la doble vía Sucre-Yamapráez, en Chuquisaca.
Morales dijo que antes de que sea público el caso había informado de ese ilícito a algunas autoridades de Gobierno, entre ellas el propio Arce.
Según la denuncia, hubo un pago de Bs 18 millones para beneficiar a la empresa china Habour, cuyo representante en Bolivia, Zhengyuan J., está detenido preventivamente.
La Razón