El domingo corre el telón de la primera versión del Campeonato Sudamericano Copa Evo 2022 Sub-17 en el trópico cochabambino, Bolívar y Boca Juniors, de Argentina, abrirán el torneo en el estadio Bicentenario de Villa Tunari.
“Estamos ansiosos porque este domingo tenemos la inauguración del campeonato en el estadio Bicentenario de Villa Tunari, iniciamos con dos partidos: Boca Juniors con Bolívar”, detalló Mario Guamán, director del certamen, al streaming de Marcas.
El objetivo de los organizadores es brindar a los jóvenes futbolistas bolivianos el mayor roce internacional que precisan en su formación antes de llegar al profesionalismo.
“Lo que pretendemos con este campeonato es darles a nuestros jóvenes el roce al más alto nivel internacional y que lleguen mejor preparados a una competencia profesional, los chicos de afuera tienen a estas edades 40 o 50 partidos internacionales y el de Bolivia está debutando a los 20 años en la primera”, agregó Guamán.
Guamán resaltó que organizar estos torneos en provincia o lejos de las ciudades del eje troncal es beneficioso por la expectativa que se genera en la gente.
“El hecho de disponer infraestructura en el mismo lugar hace que una economía de volumen se abarate tremendamente, este tipo de campeonatos no deben realizarse en otro lugar que sean provincias porque en ciudades la asistencia de público no colma las expectativas, en lugares alejados genera que la gente tenga otras expectativas y consuma el producto”, destacó el dirigente.
Datos del certamen
En la competición participarán 12 equipos agrupados en tres series. Del extranjero llegan Boca Juniors, River Plate (Argentina), Gremio, Sao Paulo (Brasil), Sporting Cristal (Perú) y Universidad Católica (Chile).
Always Ready, Bolívar, The Strongest, Deportivo Trópico, Futvalle y Aurora son los clubes nacionales que intervendrán en el torneo.
A la ronda de cuartos de final clasificarán los dos primeros de cada grupo y los dos mejores terceros.
Las sedes son Villa Tunari, que albergará el partido inicial y la final, Ivirgarzama, Entre Ríos, Chimoré y Shinahota.
La Razón