GIEI establece que armas usadas en masacre de Senkata son de uso exclusivo de la Policía y las FFAA
Los fallecidos en Senkata, perdieron la vida por disparos de arma de fuego; fusiles de largo alcance compatibles a calibre 5,56 milímetros y por disparo de armas cortas, pistolas calibre 9 y 22 milímetros, de acuerdo al informe presentado hoy por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (GIEI) en la iglesia San Francisco de El Alto, el mismo lugar que el 2019 acogió a los fallecidos de la masacre de Senkata.
“Es posible determinar que en noviembre del 2019, la Policía y Las FFAA hicieron uso abusivo, arbitrario y desmedido de la fuerza lo que derivó en 11 personas fallecidas.
Que a partir del estudio de las autopsias y de los casquillos encontrados en el lugar, es posible establecer que las armas empleadas para segar la victima de los alteños es de uso exclusivo del ejército y la policía afirmó la GIEI a tiempo de caliticar estos hechos como “crímenes de lesa humanidad”.
LA MASACRE DE SENKATA
La masacre de Senkata ocurrió el día 19 de noviembre. Según la información recibida, un grupo de personas partidarias del MAS realizaba un bloqueo alrededor de la planta de hidrocarburos del sector de Senkata, en El Alto. Esa mañana se permitió la salida de la planta de sesenta vehículos contenedores de gasolina y gas, luego de lo cual los manifestantes habrían derribado uno de los muros perimetrales de la planta, momento en el cual habrían sido contenidos con armas de fuego por las fuerzas conjuntas de la Policía y el Ejército.
En los hechos resultaron nueve personas muertas por impacto de bala: Antonio Ronald Quispe Ticona (22), Clemente Mamani Santander (24), Calixto Huanaco Aguilar (23), Devi Posto Cusi (34), Edwin Jamachi Paniagua, Juan José Tenorio Mamani (22), Joel Colque Patty (22), Milton David Centeno Jironda (22), Pedro Quispe Mamani (37) Rudy Cristian Vásquez Condori
Entre las víctimas fatales se cuentan varias personas que al parecer no estaban participando en el bloqueo, sino simplemente pasaban por la zona en camino a sus casas o trabajos.
También se han presentado denuncias públicas sobre la desaparición de varios cuerpos sin vida de personas que habrían fallecido en esta misma masacre, los cuales habrían sido recogidos por agentes estatales sin que se haya vuelto a tener noticia de las personas muertas.
En particular se denunció que este fue el caso de una mujer campesina, y de una niña de aproximadamente 12 años, entre otros.