El 15 de enero de 2020, la exministra de Relaciones Exteriores del gobierno de facto de Jeanine Áñez, Karen Longaric, fue puesta en conocimiento de una nota oficial enviada por el Papa Francisco, donde pedía proporcionar los salvoconductos a las personas que se encontraban asiladas en la residencia de la embajada de México en La Paz.
La nota clasificada de “muy urgente”, con CITE: EB.VA. NSC.08/2020 firmada por el entonces embajador de Bolivia ante la Santa Sede del Vaticano, Julio César Caballero Moreno, señalaba que el Santo Padre sugirió “Superar la crisis de los asilados en la Embajada de México en la ciudad de La Paz, proporcionando salvoconductos a aquellas personas que se encuentran en esa legación diplomática, consolidando así el proceso de pacificación y el periodo electoral iniciado por Bolivia”.
En esa oportunidad, Caballero comunicó a Longaric que el jueves 09 de enero de 2020, a las 10h30, participó en el saludo protocolar del Cuerpo Diplomático al Sumo Pontífice, quien en la ocasión le refirió el mensaje, mismo que fue omitido.
Tras desconocer la recomendación del Papa, el gobierno de facto ordenó un operativo policial en inmediaciones de la residencia mexicana ubicada en la zona Sur.
A ello se sumó la presencia de grupos paramilitares que impedían el tránsito de personal diplomático y familiares de las exautoridades que se encontraban en esas instalaciones.
Fue el propio Gobierno mexicano que denunció al gobierno de facto por dichas acciones irregulares, presentando un recurso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el principal órgano judicial de Naciones Unidas, para que se garantice la seguridad en su Embajada en La Paz, donde su personal diplomático también sufrió intimidaciones y acoso.